LOS ANDES (15/03/2018).- Pesar entre sus familiares, amigos, vecinos y diversos sectores de la comunidad provocó el fallecimiento del apreciado ceramista andino Julio Enrique Opazo Barrios, de 66 años (Ver foto amplida), el que se produjo la madrugada del martes 13, cuando era la 1:15 horas, producto de un cáncer gástrico en su casa de la calle República Argentina de Centenario, en la ciudad de Los Andes.
Fue en el propio domicilio donde se realizó el velatorio, desde el cual la mañana de ayer el cortejo fúnebre salió con dirección al Cementerio Parroquial de Los Andes donde se efectuó el funeral.
Al llegar a Plaza de Armas, en su trayecto por calle Maipú, un grupo de artesanos le despidió arrojando pétalos de rosas a la carroza donde era transportado el féretro, en tanto que en el ingreso del camposanto se llevó a cabo una emotiva ceremonia espiritual de despedida y en la cual una sacerdotisa invocó a la madre tierra.
El artista era casado con Nina Salinas, matrimonio que tuvo dos hijas, Lisette y Giselle, que le dieron cuatro nietos.
Desde joven se interesó por la cerámica de manera autodidacta, trabajando en sus inicios cuando solo tenía 17 años como decorador en la Cerámica Artística Los Andes (CALA), que funcionó por las décadas del 60 y 70 en el local que se emplazaba en avenida Argentina esquina de avenida Hermanos Clark.
Allí el artista se perfeccionó y con el correr del tiempo también formó parte de Cerámica Manque, Cerámica Gato, Cerámica Razeto y que después le llevó a establecerse con Cerámica Eros de su propiedad, cuyo taller lo mantenía en la parte posterior de su inmueble, ya que de solo pintar con los años empezó a crear sus propias obras y con una diversidad de piezas y elementos decorativos.
También realizó trabajos que se encuentran en distintos sectores del centro de la ciudad de Los Andes y en Cementerio Parroquial de nuestra ciudad.
Fue forjador de niños y nuevos ceramistas, también hizo clases a reclusos de la Cárcel andina y en otros aspectos personales, en la antigua Parroquia La Asunción personificó a Jesús en el Vía Crusis de Viernes Santo.
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