LOS ANDES (16/08/2017).- Los queridos Fiat 600 o más conocidos como “Fitos” marcaron toda una época en la cultura automovilística y hoy aun se los puede ver en competiciones de carrera de vez en cuando circulando por las calles de la ciudad.
Pese a sus limitaciones mecánicas, una pareja de Argentinos, Jimena Melcon y Rodrigo Terren, decidieron iniciar una loca aventura de dar a la vuelta al mundo en uno de estos pequeños autos y la mañana de este miércoles arribaron a Los Andes tras haber sorteado, no sin grandes dificultades el paso internacional Cristo Redentor.
Los Andes será su lugar de estadía hasta el próximo fin de semana cuando prosigan con su aventura que partió en diciembre de 2016 en Mar del Plata.
¿Cuándo deciden hacer este viaje?
Jimena: “Efectuamos este viaje por las ganas que ambos teníamos de aprender más de conocer más del mundo, de involucrarnos con las personas, conocer otras culturas y distintas sociedades de distintos países y el deseo grande de viajar y salir de nuestra ciudad para conocer el mundo. Justo yo estaba estudiando fotografía y en ese momento Rodrigo fue a un taller de fotografía y es ahí donde nos conocimos y charlando los dos con estas ganas de viajar, salió la idea del proyecto de viaje y elegimos a “Aceituna” el Fito para que nos acompañe.
¿Por qué este vehículo y no otro modelo?
Rodrigo, “Bueno, yo he viajado en Kombi y bicicleta por Argentina, también como embajador de Sony y esta empresa me prestó otro vehículo un Fiat 500, luego un camión del Dakar y lo que sucedía en la Kombi y la bicicleta no sucedía lo mismo que en los otros vehículos más modernos y nosotros queríamos un viaje que nos conecte con las personas, si una 4 X 4 te lleva a la montaña, ya que por los paisajes nos apasiona la naturaleza, queríamos conocer otras culturas y el Fito eso lo logra, ese vínculo con la demás gente”.
¿Cómo financian el viaje?
Jimena: “Lo hacemos a través de la venta de postales a voluntad, ya que estacionamos el Fito en alguna plaza o en talleres de fotografía, damos charlas gratuitas, mira ni nosotros sabemos, pero de alguna manera esto va funcionando”.
¿Y funcionado bastante, ya que han pasado por Uruguay, Argentina y ahora Chile?
Rodrigo.: “Totalmente, llevamos nueve meses de viaje y el primer día perdimos toda la plata del recorrido, también sabíamos que más allá de lo que uno ahorre, hacer una vida de viaje es imposible financiarlo, entonces sí o si el problema económico lo íbamos a tener en cualquier momento, pero más que un problema es una aventura y acomodarse a las circunstancias del lugar donde estamos. Nos ha tocado intercambiar postales por comida, también ofrecer charlas, postales en las plazas y de esa manera te vas financiando y el recorrido se va logrando.
¿Hay sacrificios ya que ustedes dejan atrás toda una vida en argentina, ya que es un viaje proyectado a un plazo no muy corto?
Jimena: “ Sí, pero no sé si la palabra correcta sea sacrificio, porque la verdad es que estamos haciendo nuestro deseo, seguir al corazón, seguir al deseo que uno tuvo siempre, es estar viviendo un sueño y si hay distintas complejidades como dejar tu casa, familia lejos por mucho tiempo, pero realmente es un camino elegido, entonces es todos los días es volver a elegirlo y volver a estar contento de lo que estamos haciendo y es una alegría de vivir en una libertad lo cual es muy hermosa”
¿Cómo se proyectan y cuando estén llegando a destino?
Rodrigo: “Responder eso es muy difícil, a destino llegamos todos los días, este es un viaje que te centra en el presente y si uno vive apasionado, feliz, creciendo, apostando a lo que en el fondo de tu corazón se siente, no tiene sentido tener una fecha de llegada, cuando lleguemos a Alaska sentiremos que algo termina y comenzara otro camino maravilloso. Queremos llegar a Europa y conocer la mayor cantidad de países posibles, dar la vuelta al mundo, viajar en velero, en moto o globo, entonces no hay una fecha establecida. Lo que se encargó en este viaje es borrar toda proyección a futuro, lo que me dejo en un presente continuo lo cual es maravilloso”.
¿No han dicho hasta aquí llegamos?
Rodrigo: “No, cada vez tenemos más ganas de seguir y tenemos la convicción de que el camino elegido es que te hace bien”.
Apoyo de los clubes de Fitos.
Pero su llegada a Chile no habría sido posible sin la ayuda de clubes de Fiat 600 que hay en Chile y que tras conocer de su travesías decidieron apoyarlos con todo.
“Lo que para mí me sorprendió, porque cuando cruzamos un país no teníamos contactos y no sabemos, pero desde el primer momento que cruzamos la cordillera fue de brazos abiertos, nos hemos comunicado por las paginas sociales donde hemos recibido el apoyo de gente de Temuco, de Santiago en fin de todos lados donde nos recibieron y estaban dispuestos a darnos alojamiento y ayudarnos a reparar al Fito”, declaró Rodrigo.
Indicaron que inicialmente no se detendrían en Los Andes, pero como un grupo de dueños de Fiat 600 de nuestra ciudad les envió mensajes a través de redes sociales, decidieron parar y conocerlos, recibiendo todo el cariño de los andinos.
La pareja estará visible en distintos puntos de la ciudad donde los vecinos podrán conocerlos y compartir con ellos, además de fotografiarse con “Aceituna” y de paso desearles un viaje exitoso.
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