Vengo en referirme a la completa Nota enviada por el Sr. Pedro Damjanic en vuestro portal, la cual respetuosamente me permito complementar:
Desde hace tiempo que se comenta, reflexiona y coloca sobre la mesa el factor de productividad de nuestros trabajadores. De hecho, si uno pudiere referirse a un hecho que pudo ser factor de una suerte de falta de productividad precisamente pudiere refrendar como ejemplo la huelga legal de los trabajadores de Minera Escondida citada, que de alguna manera dejó en la retina que las exigencias de su cúpula estaban absolutamente fuera de órbita, en tanto cuanto, la realidad de la industria y el país. Lo anterior, siendo materia de analistas y aquellos que sostuvieron esta posición que hoy acarrea perniciosas consecuencias en el PIB (Producto Interno Bruto) del país.
No obstante lo anterior, debiera también abordarse y gatillar un análisis de cómo va la productividad de nuestros líderes, para quienes yo lo presentaría como un concepto idílico: “el del encantamiento”. Ninguna duda cabe y/o imagino que “todo líder conoce su cerro y sabe cómo subirlo”, pero cabe preguntarse si está realmente el líder “encantado” con su labor, actividad o proyecto?. Así las cosas, creo que junto con el robusto análisis del Sr. Damjanic, cabe reflexionar sobre el hecho si realmente nuestros líderes de la industria, autoridad comunal, autoridad sectorial y autoridad gubernamental esté “encantada” con su labor en orden a dar lo mejor de sí y brindar réditos a la nación?. Como dice el Sr. Cristián Garcia Huidobro, distinguido montañista y relator, el secreto no está en el hecho de alcanzar el Everest, sino disfrutar y “encantarse” con cada paso que se da, colocando todo y lo mejor de sí, arribando a la meta como mera consecuencia…
Un claro ejemplo de esto podemos encontrar de manera propositiva en el liderazgo y construcción del Proyecto Chuqui Subterráneo, cuyos líderes, no obstante las dificultades existentes en relación al cambio cultural, nuevo método de explotación que implica, etc., intentan y motivan a los suyos bajo el dogma que se es parte de algo trascendente, significativo y único, relevando que el aporte de cada uno minuto a minuto, aquí y ahora, constituirá un legado al país. Ese es a mi juicio, el espíritu requerido..
Con todo, bien sabemos que vienen épocas de elecciones en que el colectivo queda en desmedro de lo individual, por lo que si no se actúa de forma inmediata para con la industria, con innovación real mediante apoyo tecnológico y metodológico en contratos, operaciones y proyectos, quedaremos prontamente en segundo orden tras la arremetida de países vecinos en cobre y litio respectivamente.
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