A raíz del bochornoso incidente por la fallida inscripción de la Nueva Mayoría a las primarias legales para las próximas elecciones municipales, ha quedado claro que dicho episodio es reflejo de su ya usual inoperancia, y que simplemente no pudieron ponerse de acuerdo en las listas y cupos a inscribir; y si tenían todas las firmas o la mitad de ellas, o si la Senadora Allende llegó tarde o no, es un detalle casi anecdótico.
Esta incapacidad llega a tal nivel, que se dice que las firmas faltantes no habrían sido un “olvido” o una “desprolijidad”, sino que se debería a que hubo personeros que simplemente se NEGARON a firmar, porque el acuerdo (o desacuerdo) no satisfacía sus intereses, situación que fue planteada incluso por Guido Girardi. En otras palabras, hubo interesados en NO HACER primarias en la Nueva Mayoría.
Luego del espisodio en cuestión y ante la reacción adversa de los medios, redes sociales y la ciudadanía, los “gurús” de la Nueva Mayoría cayeron en la cuenta de que se habían mandado otro “numerito” y decidieron que había que salir, rápidamente, a “lavar la imagen” presentando un “recurso de revisión” ante el Servicio Electoral, que buscaba, según señalaron “abrir un espacio para que la entidad inscriba fuera de plazo los pactos y sub-pactos de cara a las inéditas elecciones primarias municipales”, recurso que fue rechazado, causando un nuevo bochorno en el oficialismo, ya que el propio jefe de la División de Procesos Electorales del Servel, Juan Pablo Uribe, señaló que dentro de los documentos que se querían presentar no sólo faltaban firmas (el documento contenía sólo 7 de las 14 firmas requeridas, es decir los Presidentes y Secretarios Generales de los partidos que conforman la Nueva Mayoría), sino que había información incompleta, ya que, por ejemplo: faltaba un pacto de concejales dentro del requerimiento que pretendían inscribir.
Pero el “carerajismo” de algunos personeros de la Nueva Mayoría no paró allí, sino que emitieron un documento, el cual fue firmado por los presidentes de cada partido, solicitando un pronunciamiento de la entidad electoral por el "error administrativo en que incurrió la Directora (s) del organismo y que impidió la inscripción de los pactos de la Nueva Mayoría", y hasta solicitaron sanciones para tal funcionaria. Algunos incluso llegaron a señalar que la Directora(s) actuaba con sesgo político, ya que “sería de derecha”, cosa que además de irrelevante, pues se trata de una funcionaria de carrera y de muchos años en la institución, está lejos de ser comprobado y, claramente, es una excusa barata.
Por si todo esto fuera poco, otro de los caminos que se llegó a analizar, en esta suerte de “espiral de creatividad”, obviamente que en forma muy privada, fue el patrocinar una “ley express” que facultara (obligatoriamente, obvio) a inscribir a este conglomerado con sus primarias legales y así que se puedieran financiar dichas primarias, lo que constituye uno de los puntos más relevantes en cuestión.
Y qué rol jugó y juega el gobierno en todo este embrollo ?
Si bien el gobierno declaró en un principio que se mantendría al margen de esta vergonzosa situación, finalmente sucumbió a la tentación y mandató a personeros del Ministerio del Interior para monitorear la situación, junto a los presidentes de partidos y secretarios generales, además de sendos llamados telefónicos a los “expertos electorales”, para analizar pasos a seguir.
Finalmente, este martes (26 de Abril), ante el choque de declaraciones y evidentes desavenencias al interior de la Nueva Mayoría, el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, fue comisionado para intervenir y hacer un “control de daños”, para lo cual se reunió con buena parte de los secretarios generales de las tiendas oficialistas, seguramente para pedirles que terminen con el espectáculo que están dando en los medios.
Cabe destacar el íntegro actuar del SERVEL en este triste episodio, reflejado en las palabras del propio Presidente de Consejo Directivo del Servel, Patricio Santamaría, quién señaló que “se debe tener respeto por las funciones que le compete a cada entidad en una democracia”.
Recordemos que Consejo Directivo del SERVEL debe reunirse para analizar, entre otros temas, el reingreso del requerimiento oficialista y creo de suma relevancia el comprobar si las acciones ejercidas por la Nueva Mayoría y el gobierno lograrán revertir la decisión del Servel y la bochornosa e incómoda situación en que quedaron, lo cual a mi modo de ver sería muy lamentable, pues daría cuenta de que el oficialismo persiste en su política de intervenir y presionar a las instituciones (en este caso el Servel) que toman decisiones que les incomodan (como ya pudimos ver en los casos de financiamiento irregular de la política), pues un deterior de la credibilidad del Servel sería tremendamente dañina y peligrosa para la estabilidad de la institucionalidad, y tal como señaló el Presidente de Consejo Directivo del Servel, Patricio Santamaría, “se debe tener respeto por las funciones que le compete a cada entidad en una democracia”.
Estoy seguro que estos episodios, desgraciadamante no pararán aquí, esto es sólo “EL ULTIMO CHASCARRO DE LA NUEVA MAYORÍA”.
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