LOS ANDES (21/10/2014).- Una oposición legal para impedir la infiltración de aguas del río Aconcagua para ser trasvasijadas a la provincia de Chacabuco en la región Metropolitana interpondrá el Sindicato de Integración Laboral de Codelco Andina (SIIL) a través de su departamento jurídico.
Según explicó el abogado de esa entidad gremial, Edgardo Lepe (Ver foto ampliada), dijo que se presentará una oposición a una solicitud presentada por Agrícola Esmeralda Limitada e Inversiones Cantabria Limitada, por la cual se solicita la “autorización” para obras de infiltración acuífero Chacabuco Polpaico, Región Metropolitana para un total de 211,6 litros por segundo provenientes del Río Aconcagua, primera sección, las cuales son conducidas a través del Canal Chacabuco Polpaico, sin embargo, atendido el carácter eventual de sus acciones su equivalencia en el Río Aconcagua asciende a 1,8 litros por segundo y no a 14.9 litros por segundo como lo establece la solicitud, por lo cual esta cifra a lo máximo debería ser de 25,5 litros, por segundo.
El abogado Lepe sostuvo que "considerando que de acuerdo al artículo 3 del citado cuerpo legal, las aguas que afluyen, continua o discontinuamente, superficial o subterráneamente, a una misma cuenca u hoya hidrográfica, son parte integrante de una misma corriente, y establecido que la cuenca hidrográfica de un caudal de aguas la forman todos los afluentes, subafluentes, quebradas, vertientes, esteros, lagos y lagunas que afluyen a ella, en forma continua o discontinua, superficial o subterráneamente, resulta evidente pues que la solicitud en cuestión, en los términos pretendidos y por las consecuencias expresadas, necesariamente perjudicará a todos aquellos que tienen ya constituido un derecho de aprovechamiento de aguas en la misma cuenca u hoya hidrográfica".
La idea de esta oposición planteada por el SIIL es cuidar el agua para la región y lograr un máximo aprovechamiento del agua en la zona y no que se traslade para el usufructo en otra región.
Lepe afirmó que lo que se busca es cuidar el río Aconcagua que se encuentra agotado, resultando aún más evidente el perjuicio que con la autorización se causa, “ además de no existir actualmente disponibilidad de aguas en las cantidades que los propietarios de derechos tienen, sino que como es natural, mientras más interesados solicitan aguas que legalmente forman parte del río, ya sea que corran superficial o subterráneamente por él, o porque llegan a él alimentándolo, el problema de la escasez y distribución de aguas existentes se agudiza y obliga, en perjuicio de los derechos ya constituidos, a turnos y distribuciones proporcionales que no satisfacen el derecho que se tiene”.
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